Caracas (28 de abril de 2025). - En el marco de las actividades de la Estrategia de Diplomacia Cultural, la Embajada de Colombia en Venezuela realizó el pasado 24 de abril el acto de conmemoración de los 100 años de la publicación de La Vorágine, de José Eustasio Rivera, con la conferencia “La Vorágine: relato amores, fronteras y violencias”, a cargo del profesor Carlos Guillermo Páramo, profesor asociado del Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Colombia.

Durante su intervención, el profesor Páramo abordó distintos aspectos de la obra, su relación con la diversidad étnica, la explotación de los pueblos indígenas y los conflictos territoriales que, aún hoy, siguen siendo relevantes. El evento se llevó a cabo en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG), con el apoyo del Ministerio del Poder Popular para la Cultura. El profesor Páramo estuvo acompañado por el poeta Luis Alberto Crespo, presidente de la Fundación Biblioteca Ayacucho. 

En su análisis, el profesor Páramo afirmó que La Vorágine es una novela “pionera en pensar la macrorregión amazónica”, que involucra no solo la Amazonía colombiana, peruana y brasileña, sino también extensiones hacia Ecuador, Venezuela y Bolivia. "Incorpora la Baja Amazonía, que son los Llanos Orientales, y acentúa las relaciones de disolución y porosidad entre las fronteras nacionales, especialmente entre Venezuela y Colombia", destacó. Agregó que La Vorágine es fruto de la experiencia de José Eustasio Rivera como funcionario del Gobierno colombiano en la demarcación de los límites fronterizos bajo el arbitraje de Suiza.

El profesor subrayó que La Vorágine es una obra actual: "Es una novela sobre los procesos extractivos del caucho, una obra ambientalista que reconoce el daño irreparable que sufre la naturaleza. En La Vorágine, los árboles hablan, la selva clama. La naturaleza expresa su dolor frente a la ambición humana. Todos esos elementos siguen vigentes en la agenda pública actual".

Además, señaló que "hoy la entendemos y valoramos más que hace cien años, gracias a su osadía narrativa y su innovadora escritura".

Durante el acto de instalación, el Embajador de Colombia, Milton Rengifo Hernández, recordó que La Vorágine "es mucho más que literatura: es un grito desde las profundidades de la selva, una denuncia que sigue resonando en nuestros territorios fronterizos, donde las cicatrices de nuestras múltiples violencias aún no terminan de cerrarse".

El Embajador resaltó que José Eustasio Rivera, en su calidad de funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores, fue testigo directo de las masacres de comunidades indígenas causadas por la fiebre del caucho: "Denunció lo que la distancia de Bogotá no permitía ver y mostró lo lejos que estaba el centro del país de su frontera más viva y extensa". Añadió que la conmemoración de estos 100 años también debe ser "un llamado a un mea culpa compartido", dado que las fronteras que nos separan hoy deberían ser las mismas que nos unen, en territorios de historia y origen común. "La Vorágine nos recuerda la importancia no solo de conservar la memoria, sino también de preservar la naturaleza", concluyó.

Por su parte, la Viceministra de las Artes y el Espacio de Venezuela, Mary Pemjean, celebró la conmemoración en Caracas y afirmó que La Vorágine "ratifica esa Colombia profunda, de colombianos y colombianas que aman esas tierras hermosas que la obra refleja. Qué bonito que hoy podamos tener esta obra en nuestras manos; gracias a la Embajada de Colombia podremos releer La Vorágine y conservar en nuestra mente e imaginación todo lo que allí se dice". 

La conmemoración de los 100 años de La Vorágine en Caracas tuvo un impacto significativo al fortalecer los lazos culturales entre Colombia y Venezuela, promoviendo el reconocimiento de una obra esencial para la literatura latinoamericana. El evento reunió a representantes del cuerpo diplomático, organismos internacionales, autoridades gubernamentales, académicos, estudiantes y comunidades colombianas residentes, generando un espacio de reflexión sobre temas actuales como la diversidad, la frontera y la conservación ambiental. Esta iniciativa contribuyó positivamente a la imagen de Colombia como un país que valora su memoria histórica y promueve el diálogo cultural regional, cumpliendo con los objetivos de la política exterior colombiana. Al finalizar el acto, la Embajada de Colombia obsequió ejemplares de La Vorágine a los asistentes, como una forma de acercarlos aún más a esta emblemática obra.

Conferencia en la UCAB
El viernes 25 de abril, el profesor Carlos Guillermo Páramo ofreció una segunda conferencia en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), en el marco de la Semana del Libro y el Idioma.

Allí, el profesor Páramo expuso detalles inéditos sobre el entorno geográfico, social y cultural que motivó la creación de La Vorágine, subrayando que "es una obra que denuncia, desde entonces, la violencia doméstica contra las mujeres, admitiendo lecturas contemporáneas desde la perspectiva de género". Además, destacó que La Vorágine “es también un gran poema: se trata de una prosa poética que Rivera urdió casi instintivamente, con toda la cadencia literaria posible".

La visita del profesor Páramo a Caracas y su profundo conocimiento sobre La Vorágine tuvieron una amplia cobertura en medios de comunicación venezolanos y redes sociales. Medios como Correo del Orinoco, Últimas Noticias, así como los canales de televisión Televen y Globovisión, entre otros, destacaron la relevancia de la obra en la literatura colombiana y su impacto en la integración cultural de Colombia y Venezuela.

La Estrategia de Diplomacia Cultural de Colombia es una herramienta de política exterior impulsada por el Ministerio de Relaciones Exteriores que busca fortalecer la proyección internacional del país y fomentar el intercambio cultural, al tiempo que apoya a artistas, agentes y gestores del sector cultural nacional.